Hoy os vengo a relatar mi experiencia en un Meliá este verano en Marbella. Además de que la calidad del servicio fue maravillosa, me sorprendió ver en el hall un cartel que anunciaba una galería de arte en una de sus salas y yo, decidida a vivir tal experiencia en el hotel, me adentré en ella.
La exposición me asombró, casi no podría describirla, innovadora dónde las halla puesto que los cuadros no estaban colgados, sino que se hallaban pegados por todas las paredes de la habitación y ordenados como nunca antes había visto en una galería. Dio la gran casualidad de que entré el día de la inauguración de la sala y había un cocktail con tal motivo.
Me acerqué a hablar con la mujer que dirigía la exposición ahí y le pregunté por su experiencia trabajando con Meliá. Ella me comentó cómo el Meliá ofrecía su salón ya hace varios años atrás a esta empresa que comercia con cuadros, esculturas, objetos antiguos... Pero por lo visto el hotel dejó de ofertar dicho salón ya que prefería reservar el espacio para celebraciones como bodas, comuniones, etcétera.

No entendí muy bien porque el hotel no podía seguir ofertando el salón a una empresa que realiza dicho evento como mucho tres veces al año, puesto que veo una muy buena idea el tener una exposición de arte en el hotel que permita no sólo disfrutar la experiencia "Meliá", sino enriquecerse culturalmente. Sea como fuere, el salón vuelve a estar disponible y la exposición se sigue celebrando.
Pude saber por la dueña que, si todo iba bien, en Navidad querían hacer otra y tengo noticias de que se sigue realizando la exposición en la que, no solo se puede contemplar la belleza de las obras, sino que también se pueden adquirir, tanto por venta directa como por subasta.
Bien es cierto que en el salón hacía frío, en pleno Agosto, y el hilo musical que se extendía por casi todo el hotel no llegaba al mismo, que estaba inundado por la música que los dueños de la galería ponían desde su propio equipamiento cosa que me disgustó un poco puesto que una empresa es tan cliente del Meliá como la persona que va a pasar sus vacaciones al hotel.
Aparte de esto la experiencia fue magnifica, los propios recepcionistas te invitaban a observar aquella galería que el Meliá estaba ofreciendo en uno de sus salones. Sin duda os recomiendo alojaros en el hotel y si tenéis la suerte de que la exposición esté montada que os animéis a dar una vuelta, porque realmente no es algo que se vea todos los días.
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